JOSE DOLORES ESTRADA
El
General José Dolores Estrada nació en la ciudad de Nandaime, en el Departamento
de Granada, el 16 de mayo de 1792, siendo sus padres Don Timoteo Estrada y Doña
Gertrudis Vado, ambos de muy humilde condición económica. La casa en que nació
estaba situada a ciento cincuenta varas al oriente del templo parroquial.
Fue
bautizado por el Presbítero y Beneficiario de la parroquia de Nandaime, Don
Buenaventura Gutiérrez, conforme a los ritos religiosos de la Iglesia Católica.
Sus
primeras letras las estudió en una escuelita privada. Por su precaria situación
económica, su adolescencia se deslizó en la pequeña finca que poseían sus
padres, cooperando en las labores agrícolas y labrando personalmente la tierra.
Esto influye en su fortaleza corporal y contribuyó a la formación de su
carácter firme y decidido.
Su
carrera militar no fue improvisada se inició como soldado raso y fue
ascendiendo según sus méritos como todo militar digno.
La
primera noticia histórica de alguna importancia acerca de su vida, la
encontramos cuando el señor Estrada ha alcanzado sus treinta y cinco años de
vida y, el 26 de febrero de 1827, figura en la primera guerra fratricida de Don
Manuel Antonio de la Cerda y Don Juan Argüello, ostentando el grado de Sargento
de las tropas argüellistas, en una emboscada contra soldados de Cerda,
comandados por Pedro Benito Pineda, en los aledaños del Barrio de Jalteva en
Granada.
En
1848, bajo la administración de Don Norberto Ramírez, aparece firmando, en
calidad de Ministro ad hoc del Jefe interino del Estado, Licenciado Don Benito
Rosales, el veto a la ley en que se ordenaba el traslado de la capital de la
República de la ciudad de Managua a la de León.
El
9 de agosto de 1851 se le confirió el grado de Capitán de las Milicias del
Estado, como jefe de la primera Compañía del Batallón de Managua.
En
el mes de enero de 1855 es ascendido al rango de Teniente Coronel, por sus
servicios militares al Partido Legitimista durante las acciones bélicas que
tuvieron por escenario la ciudad de Granada, durante el sitio de la ciudad por
las tropas democráticas del General Máximo Jerez.
El
Pacto de Alianza suscrito el 23 de octubre de 1855 en la ciudad de Granada,
entre el Jefe legitimista Ponciano Corral y el filibustero William Walker, lo
separa de la obediencia militar del primero y se adhiere a los que sostienen la
legitimidad del gobierno del Licenciado José María Estrada.
Consecuente
con sus determinaciones políticas, frente al pacto Corral-Walker, firma como
Teniente Coronel y en segundo lugar, entre los treinta y siete firmantes, la
proclama legitimista de Matagalpa, fechada en aquella ciudad el 20 de abril de
1856, sosteniendo la legitimidad del gobierno del Licenciado Estrada contra el
gobierno provisorio de Don Patricio Rivas, constituido por el filibustero
Walker, en virtud del convenio de 23 de octubre de 1855.
LA
ACCIÓN DE SAN JACINTO
El
14 de septiembre de 1856 se presentó ante los corrales de la hacienda San
Jacinto, en las horas del amanecer, un ejército de filibusteros seleccionados
entre los más expertos combatientes de Walker. Comandaba la tropa el Coronel
Byron Colé, como primer jefe, y Willy Marshall como segundo.
La
tropa del General Estrada se componía de ciento setenta hombres y el ejército
filibustero de trescientos soldados, con armas de precisión.
La
acción de San Jacinto duró cuatro horas y fue reñida y tenaz por ambos bandos
en lucha, siendo obligados los filibusteros a huir desordenadamente y en
completa derrota, por el heroísmo y valor de los soldados nicaragüenses. El
propio General Estrada, usando el único caballo que había en la hacienda,
persiguió a los fugitivos hasta la hacienda San Ildefonso, donde el soldado
Salmerón dio muerte al filibustero Byron Colé. Otros milicianos nicaragüenses
capturaron y ahorcaron a varios filibusteros derrotados. Cien muertos por cada
bando fue el saldo de la acción victoriosa, fuera de pertrechos de guerra que
los derrotados filibusteros abandonaron en el campo de la acción y en los
caminos de su huida.
Dos
episodios ocurrentes durante la acción de San Jacinto pasaron justamente a la
historia de nuestra nacionalidad: la muerte de un invasor al escalar las cercas
de piedra de los corrales de la hacienda, lograda por una certera pedrada del
Sargento Andrés Castro, cuando le falló la chispa de su fusil; y la muerte de
otro soldado filibustero, con arma contundente, por el Oficial Solís, al
escalar aquél la trinchera.
La
victoria de San Jacinto, lograda por la pericia, calma y prudentes
disposiciones del entonces Coronel José Dolores Estrada, fue una victoria
completa contra los filibusteros y tuvo tanto significado en la Guerra
Nacional, para la posterior capitulación de Walker, que el Coronel Estrada fue
llamado justamente Héroe, pues constituyó la derrota filibustera en San Jacinto
la única definida victoria de tropas netamente nicaragüenses contra los
invasores de Walker.
Después
de la victoria de San Jacinto, el Coronel Estrada se incorporó en Masaya a los
ejércitos combinados de Nicaragua y Centroamérica, una vez que fue firmado el
Pacto del 12 de septiembre de 1856, de unión de los partidos en contienda para
arrojar a los filibusteros de Walker. El pacto fue suscrito1 en la ciudad de
León por delegados de las dos facciones, que en su lucha habían puesto en
peligro la soberanía e independencia del país al ser instaurado un gobierno
ilegítimo.
'En
el verano de 1857, el Coronel Estrada, fue nombrado Jefe Militar de la plaza de
Granada, manteniendo el orden en la destruida e incendiada ciudad, cuya
destrucción definitiva esperaban consumar los invasores.
Terminada
la Guerra Nacional, llamada justamente Guerra Nacional de Centroamérica, con la
capitulación de Walker el 10 de mayo de 1857, por mediación del capitán
norteamericano Davis, de la fragata Saint Mary, anclada en aguas del puerto de
San Juan del Sur, le fue conferido al Coronel Estrada el grado de General de
Brigada por el gobierno binario de los Generales Tomás Martínez y Máximo Jerez,
nombrándolo al mismo tiempo Comandante de la Guardia de los Supremos Poderes.
Su
célebre acción de armas de San Jacinto le mereció, al poco tiempo de su
realización, una "Cruz de Honor "que le otorgó el gobierno de
Guatemala y otra que le otorgo al Gobierno de Costa Rica.
El
15 de marzo de 1858, el gobierno de Nicaragua concede permiso al General José
Dolores Estrada para que acepte el nombramiento de General de División que le
ha conferido el Poder Legislativo de la República del Salvador.
Por
causas de índole partidista, el General Estrada se expatrió voluntariamente,
trasladándose a vivir durante los años 1863 y 1864 a la República de Honduras y
luego a Costa Rica, dedicándose a las labores de agricultura en esta última
república.
Vuelto
a Nicaragua, el Héroe Nacional prestó sus servicios militares al Gobierno del
General Fernando Guzmán, quien con fecha 10 de julio de 1869, le confirió el
grado de General de División, después de nombrarle el 27 de junio del mismo año
General en Jefe del Ejército Nacional.
El
12 de agosto de 1869, a las ocho y diez minutos de la mañana, falleció en la
ciudad de Managua, el General José Dolores Estrada, en el ejercicio de sus
funciones de Comandante General de los Ejércitos de la República.
El
Diario Oficial del gobierno, del sábado 14 de agosto de ese mismo año de su
muerte, al registrar la nota de su fallecimiento expresó:
"El
sólo anuncio de tan triste acontecimiento habla al patriotismo nicaragüense
mucho mejor y más alto que lo que pueda hacerlo nuestra débil pluma.
La
vida del General Estrada es una gloria nacional y se halla escrita en el
corazón de todos.
El
14 del mes venidero se cumplirá el decimotercer aniversario de la memorable
batalla de San Jacinto contra los filibusteros, que fue para Nicaragua el
exordio feliz de la defensa nacional.
Esa
victoria humilló, por primera vez, la soberbia de los filibusteros y abrió, al
ilustre vencedor, las puertas del Templo de la Gloria."
Los
funerales del Héroe Nacional constituyeron una verdadera apoteosis, sin
consideraciones de banderas partidistas en lucha, pues los ejércitos de
oposición al gobierno del señor Guzmán, acantonados en Nagarote, al tener
conocimiento de su muerte, le rindieron honores militares.
Los
restos mortales del General José Dolores Estrada fueron sepultados en la
Iglesia Parroquial de Santiago de Managua, luego Catedral Metropolitana de
Nicaragua, que fue destruida por el terremoto de diciembre de 1972.
Antes
de transcurridos los seis meses de su sentida muerte, el Congreso Nacional, por
decreto de 4 de enero de 1870, mandó colocar sobre su tumba una lápida de
mármol, con la siguiente inscripción: "Al Ilustre General José Dolores
Estrada, vencedor de San Jacinto. La Patria agradecida".
El
17 de agosto de 1971 el Congreso de Nicaragua declara Héroe Nacional al General
José Dolores Estrada.
DECRETO
DECLARASE
HEROE NACIONAL DE NICARAGUA AL GENERAL JOSE DOLORES ESTRADA
Decreto
No. 1889 del 17 de agosto de 1971
Publicado
en La Gaceta No. 193 de 26 de agosto de 1971
El
Presidente de la República,
a
sus habitantes,
Sabed:
Que
el Congreso ha ordenado lo siguiente:
La
Cámara de Diputados y la Cámara del Senado de la República de Nicaragua,
Decretan:
Artículo
1.-Declárase HEROE NACIONAL DE NICARAGUA al General José Dolores Estrada.
Artículo
2.-El Poder Ejecutivo, a través de los Ramos de Educación Pública y Defensa,
dispondrá que el 16 de marzo y el 12 de agosto de cada año -fechas de nacimiento
y muerte del Héroe sea izado el Pabellón Nacional en los Cuarteles, edificios
públicos y en los Centros de enseñanza de la República y se efectúen actos en
los cuales se exalte su vida y su obra.
Artículo
3.-Esta ley entrará en vigor desde la fecha de su publicación en "La
Gaceta", Diario Oficial.
Dado
en el Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados. Managua, Distrito Nacional,
nueve de agosto de mil novecientos setenta y uno.- Orlando Montenegro M.,
Diputado Presidente.- Francisco Urbina R., Diputado Secretario.- Adolfo
González B., Diputado Secretario.
Al
Poder Ejecutivo. Cámara del Senado. Managua, D.N., 16 de agosto de 1971.-
Cornelio H. Hueck, S.P.- Pablo Rener, S.S.- Adán Solórzano C., S.S.
Por
Tanto: Ejecútese. Casa Presidencial. Managua, D.N., diecisiete de agosto de mil
novecientos setenta y uno.- A. SOMOZA, Presidente de la República.- M. Buitrago
Aja, Ministro de la Gobernación.
Fuentes:
Texto: http://www.cancilleria.gob.ni/leyes/ordenes/ojde_b1.shtml
Decreto: http://legislacion.asamblea.gob.ni/Normaweb.nsf/164aa15ba012e567062568a2005b564b/e5c4d6401ad99ef2062570a100578447?OpenDocument
Decreto: http://legislacion.asamblea.gob.ni/Normaweb.nsf/164aa15ba012e567062568a2005b564b/e5c4d6401ad99ef2062570a100578447?OpenDocument
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